jueves, 30 de diciembre de 2010

El timo del Siglo XXI: las fotovoltaicas

Salmo responsorial: "pues yo, no estoy de acuerdo con esto"
Lo que son las cosas, al fin ha estallado la "burbuja" eléctrica. ¡Ya era hora!.
¿Cuántos especuladores de tres al cuarto se han estado beneficiando de este negocio?. Triste negocio aquel que, sin riesgo alguno, obtiene pingües beneficios. Beneficios que, en este caso, han salido de los bolsillos de cada uno de nosotros.
Pues yo, no estoy de acuerdo con esto.
Pseudoempresarios, presuntamente sin escrúpulos. Presuntos inversores fraudulentos y demás fauna parasitaria han campado a sus anchas en este negocio.
Hubo un tiempo en que, algunos ciudadanos (vila-realenses, obviamente), destinaron las ganancias de la agricultura a crear empresas, creando puestos de trabajo y generando riqueza para la ciudad.
Hoy día, en algún caso, una nueva generación de ciudadanos ha hecho lo contrario, han invertido un mínimo, para sacar un máximo sin crear riqueza ni puestos de trabajo, se han dedicado al seguro negocio que nos ocupa.
Pues yo, no estoy de acuerdo con esto.
Toda generalidad conlleva injusticia, es obvio que no a todos los inversores en este tipo de energía los podemos encuadrar en estos nichos de gentes. Tal vez sería prudente que las
instituciones de buena fe dieran un paso adelante en la defensa de su honradez.
Me pregunto, ¿es lícito este tipo de enriquecimiento a costa de los bolsillos de los demás?. Aquí no hay
elección, si ó si debes consumir electricidad, con un precio fijado por el estado, no puedes escapar y, sobre esa factura, recargada, van incluidas las primas que reciben este tipo de instalaciones .
Pues yo, no estoy de acuerdo con esto.
Y, para colmo, ahora
resulta que, algunas de estas plantas fotovoltaicas producían energía incluso ¡ de noche !, inaudito.
Pues yo, no estoy de
acuerdo con esto.
Pido, desde estas lineas, que, por Real Decreto, sean abolidas todo tipo de primas a estas instalaciones. Sí llegado el caso, el Estado debe abonar indemnizaciones por
incumplimiento de contratos, se cuantifiquen estas indemnizaciones y se aplique el famoso refrán: "del mal el menos".
Acabemos con todo tipo de enriquecimientos que sólo sean productivos para el bolsillo del
listillo de turno.
España necesita de empresarios que apuesten su patrimonio, que creen riqueza, que den empleo directo y puedan ganar dinero (mucho
dinero) para reinvertir.
¡ BASTA YA ! de parásitos, que las subvenciones se dediquen a otros menesteres más necesarios.
Entonces yo, SÍ estaré de acuerdo.

martes, 19 de octubre de 2010

El mónstruo del sifón

Cómo viene siendo habitual, cada vez que por la acequia que atraviesa nuestra ciudad, durante algunos días, deja de circular agua, la que queda retenida en el sifón del Sedre va pudrificándose. La ausencia de oxigeno en este estancamiento provoca la salida a la superficie, además de los conocidos y consabidos y molestos mosquitos, una serie de seres extraños, ajenos a la fauna habitual y que viven en los fondos "irregulares" de dicho sifón.
El más habitual de estos extraños seres y que últimamente ya se van
convirtiendo en habituales son los cangrejos de rió. Cangrejos de la especie americana, los cuales fueron introducidos en las aguas continentales de españolas y que , al final, se han convertido en una plaga.
Pues bien, cantidad ingente de éstos aparecen por la superficie del agua en busca de oxigeno, a medida que le agua va careciendo de él.
Pero, oh sorpresa, un rumor corre por el barrio, ¡ ha sido vista una serpiente de enormes dimensiones por el sifón !, casi un monstruo.
Nada de ello, he sido testigo presencial de la aparición del tal "monstruo". Sí, cómo monstruo lo podemos calificar porque, en mi vida, sólo he visto UNA ANGUILA VIVA de superior tamaño y la pescó el que
suscribe un caluroso anochecer en mi tierna juventud al abrigo del Molí de Taxes junto a mi abuelo Vicente y el sinyor Benjamín..
Si señores, se trata de una anguila, de tamaño
considerable, con una longitud aproximada de un metro, un diámetro que estimo debe andar, en su parte mas gorda, alrededor de ocho o nueve centímetros.
No es el primer pez que veo, la primavera pasada, en las mismas circunstancias, vi una carpa de
considerables dimensiones.
Llevo toda mi vida viviendo cerca de este sifón. Puedo asegurar que aquí se han pescado anguilas, no es extraño pues que, ayer mismo viera otra, ésta de una dimensión bastante más reducida.
Desde esta humilde página animo a, quién corresponda la administración del canal, se apiade de tan rumbosas especies zoológicas, regenere las aguas cada corto periodo de tiempo para que así, estos animales puedan sobrevivir y servir de regocijo a cuantas personas tenemos el placer de vivir y pasear por tan entrañable lugar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Incomprensible

Ocurre que, algunas veces, la cobardía es la principal arma de defensa que usan individuos para su protección.
Digo esto porque quién me conozca sabe de mi ligazón con cierta industria azulejera de mi ciudad. Hete aquí que por circunstancias de desavenecias con parte del accionariado fui despedido de la sociedad a la cual llevaba ligado en tareas laborales más de treinta años.
Me vi incluido en un ERE (famosa y terrorífica palabra, tan en boga hoy día). No es relevante mi inclusión o no en dicho "expediente", el hecho relevante son los pactos alcanzados por los "representantes de los trabajadores" qué, en "aras a la supervivencia de la empresa", firmaron sin ningún rubor dichos pactos.
Cómo es lógico, en estos pactos, se hablaba de las remuneraciones a percibir en concepto de indemnización por todos y cada uno de los "expedientados".
Los trabajadores, confiados en la credibilidad de los sindicatos, aceptaron con resignación su destino y se aprobó en asamblea el ERE.
Una de las condiciones de pago era que durante doce meses la empresa abonaría una determinada cantidad de dinero mesual a cada uno hasta completar la cantidad pactada a la que habría que sumar un préstamo que concedería el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), hasta ahora ninguno de estos puntos se ha cumplido.
Pues bien, al segundo mes de hacer los abonos en las sendas cuentas, la empresa se declara en Concurso de Acreedores, a partir de ese momento deja de abonar las citadas cantidades.
Yo me pregunto ¿es eso justo?, ¿no es este acuerdo un pacto de caballeros?; al fin y al cabo son trabajadores (en un acto de autoinmolación), que se quedan sin empleo y este dinero les puede servir para emprender algún nuevo rumbo en su vida y los más importante: ES SUYO.
Desde mi punto, tanto el que propuso el pacto (conocedor muy probáblemente del devenir de los acontecimientos), cómo el firmante por la parte laboral (por no asegurar de manera firme los cobros de dichos pagos), deben ser responsables caso de incumplirse estos acuerdos
Ahora bien, puedo entender que una de las partes sea engañada y a ésta la tilde, cómo poco, de cándida pero la otra parte, la que engaña a sabiendas ciertas de la situación real de la sociedad, ¿cómo la llamaría?
Acepto propuestas.

viernes, 16 de julio de 2010

Mi primer paso aquí

Debía tener aproximádamente diez años cuándo mis padres me llevaron al cine. La película en cuestión había sido un éxito cinematográfico por aquellos años. Supongo qué mis padres me llevaron por aquello de que no me quedara solo en casa.
En fin, la película en cuestión era “Un hombre para la eternidad”; grandiosa película calificada por muchos críticos cómo “obra maestra”. Dirigida por el magistral cineasta: Fred Zinneman; aquel film había conseguido seis estatuillas de la Academia de Hollywood en 1966. Entre ellos a la mejor película, mejor director y mejor actor. La película contaba (y cuenta), los últimos tiempos en la vida de una persona. Thomas Moro.
Thomas Moro, fue el primer Canciller Mayor laico en ocupar dicho cargo en la Corte inglesa y se esforzó al máximo en servir al rey y a su Inglaterra. No consideró correcto que su rey, Enrique VIII (histriónico, repelente y autoritario rey), se tomara libertades para hacer en su reino lo que se le antojara.
Practicó de forma activa la objeción de conciencia ante la corrupción del poder absoluto y autoritario y permaneció fiel a Cristo mientras, algunos, cedían a la presión del rey por miedo a perder sus estatus y privilegios.
Enrique VIII pretendía que el Papa le concediera la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón por no tener descendencia con ella, a lo cual, Su Santidad se negó. Fue promulgada entonces la “Primera acta de supremacía” en 1534; en ella se declaraba al Rey cómo “la única y suprema cabeza en la tierra de la Iglesia de Inglaterra”.
Thomas Moro se negó a firmarla. El Rey, en 1534, le hizo encarcelar en la Torre de Londres al rechazar éste, con gran firmeza, cualquier compromiso contra su conciencia. Fue juzgado por traición y condenado a muerte. Le decapitaron el 6 de Julio de 1535.
Con el paso del tiempo, el camino recorrido por los dos personajes y el trato dado por la historia a ambos es conocido. A Enrique VIII se le recuerda cómo un rey déspota, tirano y responsable de un Cisma en la Iglesia Católica. Thomas Moro fue elevado a los altares cómo mártir por el Papa León XIII en 1886. Juan Pablo II lo nombró el 31 de Octubre de 2000 patrono de los gobernantes. Ahora es Santo Thomas Moro.
Esa figura permanece en mi recuerdo desde niño, desde que mis padres me llevaron a ver aquella película una noche, para que no me quedara solo en casa.
Hoy quiero, desde estas líneas, homenajear a todos aquellos “Thomas Moro”, qué, cada día, son capaces de anteponer su integridad, honradez, coherencia y dignidad a los caprichos del “Enrique VIII” de turno. Aún a sabiendas del alto precio que van a pagar. El tiempo siempre juzga y pone a cada cual en su lugar.