martes, 19 de octubre de 2010

El mónstruo del sifón

Cómo viene siendo habitual, cada vez que por la acequia que atraviesa nuestra ciudad, durante algunos días, deja de circular agua, la que queda retenida en el sifón del Sedre va pudrificándose. La ausencia de oxigeno en este estancamiento provoca la salida a la superficie, además de los conocidos y consabidos y molestos mosquitos, una serie de seres extraños, ajenos a la fauna habitual y que viven en los fondos "irregulares" de dicho sifón.
El más habitual de estos extraños seres y que últimamente ya se van
convirtiendo en habituales son los cangrejos de rió. Cangrejos de la especie americana, los cuales fueron introducidos en las aguas continentales de españolas y que , al final, se han convertido en una plaga.
Pues bien, cantidad ingente de éstos aparecen por la superficie del agua en busca de oxigeno, a medida que le agua va careciendo de él.
Pero, oh sorpresa, un rumor corre por el barrio, ¡ ha sido vista una serpiente de enormes dimensiones por el sifón !, casi un monstruo.
Nada de ello, he sido testigo presencial de la aparición del tal "monstruo". Sí, cómo monstruo lo podemos calificar porque, en mi vida, sólo he visto UNA ANGUILA VIVA de superior tamaño y la pescó el que
suscribe un caluroso anochecer en mi tierna juventud al abrigo del Molí de Taxes junto a mi abuelo Vicente y el sinyor Benjamín..
Si señores, se trata de una anguila, de tamaño
considerable, con una longitud aproximada de un metro, un diámetro que estimo debe andar, en su parte mas gorda, alrededor de ocho o nueve centímetros.
No es el primer pez que veo, la primavera pasada, en las mismas circunstancias, vi una carpa de
considerables dimensiones.
Llevo toda mi vida viviendo cerca de este sifón. Puedo asegurar que aquí se han pescado anguilas, no es extraño pues que, ayer mismo viera otra, ésta de una dimensión bastante más reducida.
Desde esta humilde página animo a, quién corresponda la administración del canal, se apiade de tan rumbosas especies zoológicas, regenere las aguas cada corto periodo de tiempo para que así, estos animales puedan sobrevivir y servir de regocijo a cuantas personas tenemos el placer de vivir y pasear por tan entrañable lugar.