lunes, 20 de septiembre de 2010

Incomprensible

Ocurre que, algunas veces, la cobardía es la principal arma de defensa que usan individuos para su protección.
Digo esto porque quién me conozca sabe de mi ligazón con cierta industria azulejera de mi ciudad. Hete aquí que por circunstancias de desavenecias con parte del accionariado fui despedido de la sociedad a la cual llevaba ligado en tareas laborales más de treinta años.
Me vi incluido en un ERE (famosa y terrorífica palabra, tan en boga hoy día). No es relevante mi inclusión o no en dicho "expediente", el hecho relevante son los pactos alcanzados por los "representantes de los trabajadores" qué, en "aras a la supervivencia de la empresa", firmaron sin ningún rubor dichos pactos.
Cómo es lógico, en estos pactos, se hablaba de las remuneraciones a percibir en concepto de indemnización por todos y cada uno de los "expedientados".
Los trabajadores, confiados en la credibilidad de los sindicatos, aceptaron con resignación su destino y se aprobó en asamblea el ERE.
Una de las condiciones de pago era que durante doce meses la empresa abonaría una determinada cantidad de dinero mesual a cada uno hasta completar la cantidad pactada a la que habría que sumar un préstamo que concedería el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), hasta ahora ninguno de estos puntos se ha cumplido.
Pues bien, al segundo mes de hacer los abonos en las sendas cuentas, la empresa se declara en Concurso de Acreedores, a partir de ese momento deja de abonar las citadas cantidades.
Yo me pregunto ¿es eso justo?, ¿no es este acuerdo un pacto de caballeros?; al fin y al cabo son trabajadores (en un acto de autoinmolación), que se quedan sin empleo y este dinero les puede servir para emprender algún nuevo rumbo en su vida y los más importante: ES SUYO.
Desde mi punto, tanto el que propuso el pacto (conocedor muy probáblemente del devenir de los acontecimientos), cómo el firmante por la parte laboral (por no asegurar de manera firme los cobros de dichos pagos), deben ser responsables caso de incumplirse estos acuerdos
Ahora bien, puedo entender que una de las partes sea engañada y a ésta la tilde, cómo poco, de cándida pero la otra parte, la que engaña a sabiendas ciertas de la situación real de la sociedad, ¿cómo la llamaría?
Acepto propuestas.